Es claro que la mayor parte de nuestro tiempo lo dedicamos a estar sentados en el trabajo, descansar, ver la televisión, dormir. Tenemos la posibilidad de hacer compras por internet, de ir a la tienda más cercana en automóvil, hacer las compras o pagos en autoservicios, pedir comida a domicilio, estudiar o trabajar en la cama, entre otros. Nos encontramos en la era del menor esfuerzo, cada vez queremos movernos menos y la tecnología nos facilita esta posibilidad. Este tema puede resultar algo sin relevancia, un estilo de vida común; sin embargo, es de grave importancia.
Es ya reconocido a nivel mundial que el tabaquismo figura como uno de los factores de riesgo más importantes en el mundo de morir y enfermar, pues ahora el sedentarismo es el nuevo tabaquismo. Estadísticamente, podrían compararse porque ambos causan el mismo número de muertes, incluso aunque el porcentaje de la población mundial que fuma (26%) sea menor a la de los que no hacen actividad física, que según un estudio publicado por la revista The Lancet, equivale al 31%. Seguramente has escuchado que la inactividad física se relaciona con enfermedades del corazón, como la falla cardíaca, y el infarto, derrames cerebrales, obesidad, diabetes tipo 2, depresión y con cáncer de mama o de colon. Ante todo esto, la clave es comenzar.
Las evidencias científicas señalan que lo mejor que podemos hacer es realizar actividad física por lo menos 30 minutos, mejor si es una hora. Y ¿qué es actividad física?, cuando hablamos de actividad física nos referimos a todo movimiento de los músculos esqueléticos: caminar, subir escaleras, trapear, estar de pie…y la podemos llevar a cabo en 5 rubros principales: trabajo u ocupación, tiempo libre, transporte, hogar. Por ejemplo: ponerse de pie unas horas al día mientras contestas el celular, o cuando almuerzas, trabajar de pie, tener reuniones caminando, usar más las escaleras y medios de transporte activos. Estas son actividades sencillas que cada uno de nosotros puede hacer y está demostrado que tienen un impacto favorable para el organismo. Solo reducir el tiempo sentado a menos de 8 horas al día cambia la mortalidad y morbilidad.
La Organización Mundial de la Salud recomienda 150 minutos de actividad física a la semana. Lo preocupante es que se estima que 60% de la población mundial no la realiza de manera suficiente.
Seguramente cada quién está muy ocupado. La distribución del tiempo depende de las prioridades que uno tiene en la vida. Si entendemos que la salud es una prioridad tenemos que invertir en eso con la idea de que reconocemos que vamos a ahorrar dinero a largo plazo al prevenir enfermedades crónicas, por ejemplo.
“Si piensas que no tienes tiempo para el ejercicio, a corto o largo plazo vas a encontrar tiempo para enfermar” (Edward Stanley 1873)
Así como le dedicamos 2 horas a la comida, 8 horas al trabajo porque nos da bienestar emocional o económico, redireccionemos nuestras prioridades e invirtamos en lo que tiene mayor impacto y retorno de la inversión: nuestra salud. No moverse ya no es una opción, es una necesidad.
¿Será que podemos rescatar 30 min. de 24hrs y dejar todo lo demás para movernos?…1 de las 24 prioridades de tu vida, pero no la 50.